Sensación de leche insuficiente
Una de las razones que más habitualmente dan las madres en todo el mundo, para suspender la lactancia o introducir alimentos complementarios precozmente, es que piensan que no tienen leche suficiente o que la calidad de su leche es mala. A veces, son los parientes, amigos o agentes de salud quienes sugieren a la madre que puede no tener leche suficiente. Parece que en todas las sociedades, la confianza de las madres en su capacidad para satisfacer las necesidades de sus hijos se minan fácilmente.
Casi todas las madres pueden producir leche suficiente para uno o incluso dos niños, con tal que el niño succione eficazmente y tome el pecho tan a menudo como él quiera. Incluso cuando una madre percibe que su leche es insuficiente, habitualmente su hijo obtiene toda la leche que necesita; es excepcional que una madre no produzca suficiente leche para alimentar a su hijo. La cantidad de leche que producen los pechos está determinada por la cantidad que toma el niño; aumenta cuando el niño toma más.
Las madres que piensan que no tienen leche suficiente necesitan la ayuda y el apoyo de una persona experta.
A veces, sin embargo, un niño realmente no obtiene suficiente leche. Habitualmente esto se debe a que el niño no succiona bastante, o no succiona eficazmente. Cuando una madre nota que tiene poca leche, lo habitual es que se trate de alguno de los siguientes casos:
- La posición del niño o el agarre del pecho no es correcto, por eso el bebé no vacía bien las mamas y estas dejan de producir la cantidad de leche que necesita el bebé. En este caso suele haber dolor al mamar o grietas. Es necesario corregir la posición. Lo ideal es que alguien experto evalúe la toma. Es importante que contacte con alguien que le ayude a corregir la postura: pediatra, matrona, enfermera pediátrica o experto en lactancia.
- Hay leche pero la madre no se nota “la subida” y duda de que tenga suficiente. Esto suele ocurrir tras los primeros meses de lactancia. Normalmente el niño tarda menos en hacer la toma y extrae la leche más eficazmente. Si el niño está tranquilo y feliz y moja 4-5 pañales diarios, es que está tomando la leche que necesita.
- El bebé ha crecido bruscamente y necesita más leche. Los baches de lactancia: El bebé reclama mamar más a menudo (lo que la madre interpreta como que tiene hambre) y la madre no nota el pecho tan lleno (lo que interpreta como que ella no tiene leche suficiente). En realidad, lo que ocurre es que el bebé reclama más a menudo porque está creciendo (por eso se llaman también "baches o crisis de crecimiento") y esto hace que su apetito aumente; y la madre no tiene los pechos tan llenos porque a esa edad la producción de leche de la madre se ha adaptado ya a las necesidades del bebé, ya no gotea, ni se tienen los pechos tan llenos, ni se nota tanto la subida de leche. Además, el lactante vacía el pecho con más eficacia, tarda menos tiempo y hace más rápida la toma. De modo que lo adecuado es intentar adaptarse al bebé. A lo mejor sólo necesita que lo tomen más tiempo en brazos, pero si pide más pecho porque necesita comer más, la solución es ponerlo más al pecho para que aumente la producción. Si en lugar de pecho le damos un biberón, esto no hará que aumente la leche y normalmente empeorará las cosas.
Recomendaciones:
- Pon a tu hijo a mamar siempre que él quiera, no esperes a que llore de hambre, dale aunque solo "busque", gruña o se chupe los dedos. Asegúrate de que se coge bien al pecho (con la boca abarca el pezón más un buen bocado de areola) porque de ese modo vacía bien los depósitos de leche que están en la areola. Deja que mame todo el tiempo que quiera del mismo pecho, porque la leche del final tiene más grasa (más calorías). Si quiere más ofrécele el otro después.
- Dale el pecho a menudo (mínimo 8 veces al día), para que la estimulación de la piel del pecho asegure el funcionamiento de las hormonas de la lactancia, sobre todo las primeras semanas.
- Retira el chupete y ofrécele a tu hijo el pecho siempre que el bebé quiera, aunque no sea por hambre. El pecho necesita el estímulo de la boca del bebé para fabricar leche. Cuando se le pone el chupete le quita el estímulo al pecho y fabricará menos leche. Si además el bebé es muy pequeño, puede confundir la forma de cogerse al pecho.
- Puede ser útil, para tener más leche, más rápidamente, utilizar un sacaleches para vaciar mejor los pechos y estimularles a que fabriquen más.
- Observa si el bebé está contento, duerme tranquilo 1-2 horas seguidas y no parece enfermo. Si es así, toma suficiente.
- Observa si orina mucho o poco (lo normal es mojar 4-6 pañales al día, pero ten en cuenta que si son superabsorbentes es más difícil de valorar) y si la orina es clara u oscura. Si el bebé orina poco o la orina es muy concentrada, es posible que esté tomando poco, consulta con un experto en lactancia.
La leche se produce por las células glandulares del pecho y se almacena en unos pequeños sacos llamados alvéolos. La leche se produce gracias a una hormona llamada prolactina y si tu hijo deja bien vacías tus mamas, la secreción de prolactina se mantendrá y producirás mucha leche. Estos alvéolos están rodeados de músculo y al succionar el niño se produce una hormona llamada oxitocina, que hace que se contraiga el músculo y fluya la leche. Al ejercer el bebé presión sobre la areola con su lengua, saldrá la leche. Cuantas más veces mame tu hijo, más hormona segregarás y más leche producirás.
La "subida de la leche" varía mucho de una mujer a otra, en algunas puede salir "a chorro", mientras que en otras simplemente gotea, ambas situaciones son normales.
La mayor parte de los problemas de la lactancia se solucionan dando de mamar con más frecuencia. Si haces eso durante dos o tres días, tu producción de leche aumentará para adaptarse a las necesidades de tu hijo. Hay periodos en los que tu hijo crecerá más rápido y te pedirá de mamar con más frecuencia, dale cuando pida y producirás la leche que tu hijo necesita.
Mantén una dieta sana y equilibrada, y bebe toda el agua que necesites de acuerdo a tu sed. Procura estar lo más tranquila y relajada posible y consigue el apoyo de tu pareja, familia y amigos.
¡No le des ningún biberón, pues no lo necesita! (Si tienes dudas habla con tu pediatra)
Cómo se que está recibiendo suficiente leche?
PESO: En los primeros quince días de vida, lo normal es que tu hijo pierda algo de peso. No te preocupes, no es que tengas poca leche, es un proceso normal de todos los recién nacidos. Ponlo a mamar cada vez que quiera, con mucha frecuencia, como mínimo 8 veces al día, y verás como cada vez produces más leche. Debes saber además que tu leche es tan buena como la de cualquier otra mujer, pues no hay leches malas, y debes beber cada vez que tengas sed, pues estás usando grandes cantidades de agua para producir tu leche.
La preocupación por el peso es muy frecuente entre las madres lactantes, pero en la mayoría de los casos todo está funcionando bien y el niño está ganando adecuadamente. Ten en cuenta que:
- Las gráficas de crecimiento que deben utilizarse para valorar el peso y la talla son las de la OMS, confeccionadas a partir de niños alimentados óptimamente al pecho que son más adecuadas para valorar el crecimiento de todos los lactantes.
- Es importante la valoración clínica del niño: su aspecto, vivacidad, si moja 4-5 pañales diarios,...
- Es más importante la velocidad de crecimiento que el peso en un momento determinado. Ganancias aproximadas:
- 0-6 semanas: 20 g/día
- menos de 4 meses: 100-200 g/semana
- 4-6 meses: 80-150 g/semana
- 6-12 meses: 40-80 g/semana
- El crecimiento del niño debe controlarlo el pediatra en la consulta. No es una buena idea pesar al niño a menudo en la farmacia porque puede inducir a error. Pasado el primer mes no es necesario pesar al niño cada semana, salvo circunstancias especiales por indicación de su pediatra.
PIPIS Y CACAS: Normalmente los primeros días tu hijo mojará 2 ó 3 pañales diarios. Al tercer o cuarto día, una vez que "suba" la leche, mojará un mínimo de 4 ó 5 pañales al día, si mojara menos pañales o encontraras que duerme tanto que mama muy pocas veces al día, debes consultar con tu pediatra, pues posiblemente tengas que aumentar el número de veces que le das el pecho.
Los recién nacidos defecan 4 ó 5 veces al día, aunque a veces llegan a las 10 veces y otras hace caca 1 vez cada 2 días, todo eso está dentro de lo normal. Las deposiciones típicas de un niño que toma el pecho son amarillas o verdosas y líquidas. A partir de los 2 meses, normalmente defecan con menor frecuencia de lo que lo hacían anteriormente, eso solo significa que tu hijo lo está absorbiendo todo y no deja residuos, pero no es estreñimiento porque las deposiciones siguen siendo blandas aunque solo haga cada 2, 3, 7 o 20 días. No sirve de nada y puede ser perjudicial el estimularles el culito con cerillas, termómetros, rabos de hojas de geranio, supositorios de glicerina,... Tampoco hay que darles infusiones laxantes ni zumos de diversas frutas. Los estímulos fabrican gente estreñida que depende de que le toquen el ano para defecar y las infusiones y zumos acaban antes con la lactancia, ya que a más zumo, menos maman y el pecho fabrica menos leche.
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