Imaginemos que el mundo hubiera inventado el "producto ideal" para alimentar e inmunizar a todos los bebés. Imaginemos también que ese producto estuviera al alcance de todos, que no requiriera almacenamiento ni distribución, y que ayudara a las madres a planificar sus familias y redujera al mismo tiempo el riesgo de cáncer...Imaginemos ahora que el mundo se negara a aprovecharlo.
Hacia fin de este siglo de descubrimientos e invenciones sin precedentes, en una época en que los científicos descubren los orígenes de la vida, la situación descripta no es ficticia. El "producto ideal" es la leche materna, a la que todos tenemos derecho y acceso al nacer, y la que, sin embargo, no estamos aprovechando.
En términos simples, pero ciertos, la lactancia materna es una práctica en peligro de extinción en todo el mundo, tanto en países ricos como pobres (Lacmat)
Hacia fin de este siglo de descubrimientos e invenciones sin precedentes, en una época en que los científicos descubren los orígenes de la vida, la situación descripta no es ficticia. El "producto ideal" es la leche materna, a la que todos tenemos derecho y acceso al nacer, y la que, sin embargo, no estamos aprovechando.
En términos simples, pero ciertos, la lactancia materna es una práctica en peligro de extinción en todo el mundo, tanto en países ricos como pobres (Lacmat)